Cuando hablamos de crecimiento de la demanda, si bien sigue existiendo un déficit habitacional, deberíamos comprenderlo de manera más objetiva dividiendo el mercado por segmentos.
Entrevista a Maria Paz Oviedo, directora de Prana Desarrollo Inmobiliario
En el segmento socio económico alto (unidades desde USD 300.000 para arriba) la oferta supera a la demanda, sin embargo, en el segmento socio económico medio/medio alto (desde USD 110.000 para arriba) la relación oferta demanda está mucho más pareja.
Donde vemos mas demanda es en el segmento socio económico medio/medio bajo (desde USD 35.000 para arriba), este segmento está siendo abarcado por muchos inversionistas regionales y clientes finales quienes ven el potencial que hay en este tipo de unidades.
Vale rescatar que estas unidades independientemente al retorno de la inversión son interesantes para este publico, el cual no mira tanto el valor por metro cuadrado sino la posibilidad de adquirirlo ya sea con crédito bancario, AFD o con financiación propia.
La inflación mundial hizo que los precios de los materiales e insumos para la construcción hayan aumentado significativamente, lo cual pone freno a muchas inversiones inmobiliarias dado que el inversionista es quien debe bajar su expectativa de retorno sobre la inversión, porque el cliente final no está dispuesto a pagar más.
No obstante, Paraguay siempre va a ser un país interesante para invertir tanto por su bono demográfico donde 64% de la población es menor a 35 años como por el beneficio fiscal donde el inversionista tributa entre un 8 y 10% de impuestos sobre las ganancias, cosa que en países de la región está por arriba del 30.
Los polos habitacionales han tenido un crecimiento importante en Gran Asunción sobre todo en propiedades horizontales, como Luque, Mariano Roque Alonso, Lambaré, Fernando de la Mora entre otros, lugres que hasta hace poco era impensable creer que podrían funcionar.
Estar en un mercado informal y con falta de leyes es un desafío importante para el intermediario, ya que, al no contar con una colegiatura o ente regulador, debe prepararse casi empíricamente si quiere sobresalir. Solo aquellos que logran ganar la confianza de los clientes y colegas pueden permanecer en el mercado; sabemos que cada día se suman nuevos corredores que están de paso y no siempre se rigen por los usos y costumbres en el que hoy nos manejamos quienes nos dedicamos formalmente a este rubro.
En conclusión, creo que el Estado debería apoyar con leyes claras y facilidades para que tanto el inversionista local como el extranjero siga apostando por colocar su capital en bienes raíces más aún cuando este rubro deja tanto en impuestos, puestos de trabajo entre otros factores que ayudan al desarrollo económico del país.
“El Estado debería apoyar con leyes claras y facilidades para que tanto el inversionista local como el extranjero siga apostando por colocar su capital en bienes raíces.”