Se llevó a cabo el Vistage Day, en el Salón CRC del Club Centenario en el mes de agosto. Este evento es un encuentro exclusivo donde miembros y Chairs de la comunidad Vistage se reúnen para intercambiar ideas y reflexiones en un espacio diseñado para líderes de empresas.
En esta oportunidad, los miembros contaron con la presencia de Álex Rovira, reconocido internacionalmente como uno de los mayores expertos en psicología del liderazgo y cambio cultural. El Evento inició con las palabras de Bienvenida de Andrea Acosta, directora ejecutiva de Vistage Paraguay y Alejo Canton, director regional de Vistage, quien habló sobre las Perspectivas Vistage, seguida por la Conferencia dictada por Álex Rovira: Cultura, Transformación, Talento y Sentido.
“Las personas que se mueven en el campo del amor entienden que el amor es servir, es entender que tu dolor es mi dolor, es el compromiso por mejorar, la voluntad de servir y empujar. Una empresa puede moverse en este campo y su característica es excelencia en el servicio, voluntad total de apoyo al cliente no como para sacarle dinero sino para servirle, porque la prosperidad llegará luego de ese servicio excelente”
Esta reflexión compartió Álex Rovira, reconocido experto mundial en liderazgo y desarrollo personal, en su conferencia “Cultura, transformación, sentido y talento” organizada por Vistage Paraguay.
Durante su exposición, el especialista español habló ante los numerosos participantes sobre cómo crear una cultura basada en valores que potencien los resultados y empoderen a las personas de las organizaciones.
Asimismo, analizó la crucial relación entre el propósito organizacional y el compromiso de equipo. Además, invitó a líderes de compañías a transformar positivamente la cultura empresarial, el clima laboral, el orgullo de pertenencia y la motivación dentro de sus corporaciones.
Rovira señaló que las organizaciones de alta carga emocional positiva son las que tienen mayor medida de compromiso y dan un salto enorme frente a aquellas donde hay una elevada emocionalidad negativa.
Al tocar el punto de la “efectividad positiva alta”, citó los niveles de consciencia elaborados por el Dr. David R. Hawkins, psiquiatra norteamericano muy reconocido por su alta eficacia terapéutica. En ese sentido, compartió el “Mapa de conciencia” o “Escala Hawkins” donde se encuentra distribuida por niveles la dinámica de las organizaciones.
“Hawkins descubrió una serie de emociones que pueden prevalecer en cada uno de nosotros entre el coraje y el orgullo. El sentimiento es más consciente que la emoción y dura más tiempo. No podríamos soportar una carga emocional o un disgusto por mucho tiempo porque nos fundiríamos”, señaló.
Liderazgo conciente
Se refirió a los “campos atractores” desde el punto de vista emocional y afirmó “las emociones se contagian, pero la mala leche también”. Sostuvo que las emociones generan campos de contagio y que es evidente que una persona que tiene un liderazgo consciente, sereno, fiable y ético genera un campo de posibilidades muy distintas al de la persona que está constantemente crítica, cínica y egoísta.
“Las personas que se ubican en este campo de fuerza son incapaces de dar más de lo que reciben. Hay un secuestro emocional que afecta a su comportamiento y por lo tanto no pueden dar más de lo que reciben, necesitan recibir más de lo que dan”, graficó.
En esa escala, citó las últimas dos dimensiones o emociones, que son la vergüenza y la culpa, “que son campos energéticos que hacen que una persona o un sistema puedan llegar a la decisión de la exterminación o el suicidio”. En la apatía, en cambio, no hay ganas de terminar con la vida o con la organización, sino que la persona se deja, sostuvo. “Una persona comienza a sanar después de estar en un estado catatónico o de apatía cuando comienza a llorar, es el mejor síntoma. El campo del sufrimiento y la pena, en esta fase de una persona o una organización, incluye una etapa de decaimiento y de cierre”, advirtió.
Deseo de crecer
Al ir subiendo la escala de Hawkins, pasamos a la fase de miedo o del temor, que es una etapa poderosa porque busca la supervivencia a través del mecanismo de la huida, defensa o congelación, resaltó Rovira. “Aquí hay una carga energética que está cerca de la escala del deseo, la ira y orgullo. El deseo mueve al mundo, es el nivel de consciencia más prevalente en la humanidad. Me refiero al deseo material, al deseo de crecer y prosperar, el deseo de tener para hacer. Es un campo muy manipulable, el juego con el deseo genera acción e incentivos, pero puedes hacer esclavo a alguien desde el deseo si no tiene la madurez para controlarse”, declaró.
La siguiente fase que analizó fue la ira, que tiene una carga emocional mayor, porque a través de ella se provocan revoluciones “y a partir de ella sale una carga energética más potente, pero también es destructiva, es como una fuerza que te quema en las manos pero que no la sueltas”.
Posteriormente, habló del orgullo, afirmando que a menudo pensamos que es una emoción, pero que, en realidad, como dice el dicho: el orgullo precede a la caída. “Una cosa es estar ‘orgulloso de’ y otra cosa es la vanidad, que es ciega. El vanidoso es incapaz de ver sus propios defectos y reconocer que debe mejorar”, pronunció.
Igualmente, observó que las personas que no admiten la crítica, que no aceptan la confrontación, que rechazan la evaluación, sin ofuscarse, están en los “campos de fuerza destructores”.
Coraje
El primer campo de poder por el cual la persona cambia radicalmente su vida es el coraje o valor, sostuvo el especialista. Según Rovira, el coraje no es la ausencia del miedo, que puede estar pero que hay una consciencia de que vale la pena arriesgarse. “Las personas que entran en coraje son capaces de dar más de lo que reciben, se arriesgan, toman iniciativas. Es un campo de atracción de poder”, manifestó.
Cuando en la escala de Hawkins se llega a la fase de la voluntad y determinación, el conferencista afirmó que allí “la gente comienza a ganar dinero, ocupan cargos de dirección y de responsabilidad porque tienen objetivos y metas y los cumplen, aman lo que hacen y quieren generar ese contagio hacia los demás”.
Al llegar al grado de aceptación y responsabilidad, una persona no es solo capaz de reconocer sus errores, sino que no ven al error como un fracaso. “Eso, porque el fracaso es el error que se viste de culpa y eso destruye a la persona. El error es neutro, el error te permite aprender y sólo puedes crecer cuando intentas un aprendizaje del error”, aseguró.
La razón
El campo que marca la diferencia fundamental en la vida de una persona o una organización es la razón, indicó el experto, al tiempo de explicar que este término se refiere al amor a la verdad y al amor a lo que es intentar descubrir la verdad. “Las personas que están en el campo de la verdad son quienes gustan de la ciencia y a las que les gusta escudriñar, son personas que leen y se forman, buscan la justicia y son éticas, su nivel de conciencia es mucho más alto”, sostuvo.
En el sitio más alto de la pirámide, ubicó al grado de la iluminación, que es la fase de paz profunda y revelación. “Hay muy pocos sujetos que llegan allí, son los grandes señores de la historia. En cualquier caso, en los campos de poder, desde el coraje hasta la responsabilidad, hay felicidad y productividad. Y, aunque tengamos adversidades, las superamos. En el campo de la razón, las personas consiguen máximo rendimiento y destreza porque llegan a un nivel de eficiencia óptimo en su categoría profesional. En el campo del amor a la iluminación, sucede la magia.
Cuando una persona ha desarrollado un nivel de consciencia muy alto comienzan a pasar cosas sincronizadas, esas aparentes casualidades porque la persona es capaz de percibir cosas que otros no perciben”, expresó.
Agregó que las personas que llegan al grado de iluminación son aquellas que cambian el mundo porque se atreven a pensar en grande, a mirar lejos y consideran que no hay que resignarse y transforman a la humanidad.
Cambio y transformación
A propósito de transformar, analizó, comparó y aclaró las diferencias entre el cambio y la transformación, desde el punto de vista de los procesos corporativos.
En ese sentido, dijo que el cambio supone una necesidad adaptativa frente a una resistencia y afirmó que por eso puede ser agotador. “El cambio puede ser alguien que venga y te diga ‘Tienes que dejar de fumar’ o “Deberíamos potenciar más las ventas’.
Es algo que viene de afuera a decirte a través de una persona o un concepto que tienes que adaptarte a algo distinto. Como viene de afuera y no lo has integrado todavía, genera rigidez, miedo, amenaza, incertidumbre y resistencia, es decir, energías emocionales de fuerza”, enfatizó.
Sobre la transformación, aclaró que implica un cambio, pero con un sentido. “Por lo tanto, me movilizo sin que implique que alguien me diga lo que tengo que hacer: es algo que yo veo claro, que se tiene que hacer y es bueno que se haga. Cuando una persona o un sistema ve ese cambio tu sentido centra los campos de poder, hay determinación, ilusión, esperanza, orgullo de pertenencia, celebración, alegría y expectativa de ganancia global”, explicó.
Según Rovira, la gran diferencia radica en que la transformación implica un cambio al cual le damos un sentido y que esa es una variable estratégica fundamental que debemos tener en cuenta como personas y organizaciones: “El sentido se refiere al propósito fundamental y la razón de ser de una organización, más allá de simplemente generar ganancias. Es la respuesta a la pregunta de ‘¿por qué existimos?’. Es lo que general el salario emocional, sentido de pertenencia y sentido a las personas de un sistema humano”.
Sobre Vistage
Vistage es la organización líder mundial de asesoramiento entre pares, diseñada exclusivamente para ayudar a CEOs, empresarios y altos ejecutivos a tomar mejores decisiones, alcanzar sus objetivos y mejorar sus empresas. Fundada en 1957 en Estados Unidos, Vistage ha crecido hasta contar con más de 45,000 miembros en 35 países, quienes se benefician de un enfoque único que combina reuniones confidenciales de grupos entre pares, y acceso a expertos globales.
En Paraguay, Vistage ha consolidado su presencia como un aliado estratégico para los líderes empresariales del país, hace ya siete años, brindando un espacio de confianza donde pueden compartir experiencias, adquirir nuevas perspectivas y fortalecer sus habilidades de liderazgo. Vistage Paraguay cuenta con miembros comprometidos con el crecimiento y la mejora continua.