No se esconden detrás de sus escritorios; están en el escenario, en redes sociales, y en conversaciones cotidianas, compartiendo su visión, inspirando a sus equipos y conectando con sus audiencias de manera auténtica y poderosa. Este enfoque no solo ha impulsado el crecimiento de sus empresas, sino que ha redefinido lo que significa ser un CEO en el siglo XXI.
Los “CEOs de las partes interesadas” (aquellos que abordan temas no directamente relacionados con los resultados de su negocio) superaron a sus pares de la industria en un promedio del 3,75%. La investigación revela el impacto a largo plazo de un CEO que comunica versus aquellos que solo supervisan, especialmente en las empresas de mayor crecimiento del mundo.
Un claro ejemplo es Satya Nadella, CEO de Microsoft. Desde que asumió el cargo en 2014, Nadella transformó la empresa al enfocarla en la nube y la inteligencia artificial. Bajo su liderazgo, el valor de las acciones de Microsoft ha aumentado más de un 500%. Nadella no solo ha sido un gestor eficaz, sino también un comunicador visionario. Su capacidad para articular una visión clara y su enfoque en la cultura organizacional han sido fundamentales para este éxito.
Otro caso notable es Brian Niccol, CEO de Chipotle Mexican Grill. Niccol asumió el cargo en 2018, en un momento en que la empresa enfrentaba serios desafíos reputacionales debido a problemas de seguridad alimentaria. A través de una comunicación transparente y una estrategia clara, Niccol logró restaurar la confianza de los clientes y revitalizar la marca. Bajo su liderazgo, las acciones de Chipotle han experimentado un crecimiento significativo, y la empresa ha vuelto a ser un jugador importante en la industria de la comida rápida. Es un ejemplo claro de cómo un CEO que comunica y se conecta con sus audiencias puede superar incluso las crisis más difíciles.
Ser coherente y transparente en tus acciones y comunicaciones es fundamental.
Los datos respaldan la importancia de la marca personal del CEO. Un estudio de Weber Shandwick encontró que el 50% de la reputación de una empresa puede atribuirse a la reputación de su CEO. Además, según un informe de Edelman, el 76% de los empleados confían más en una empresa cuyo CEO tiene una fuerte marca personal. La reputación del CEO también es un factor clave para atraer talento, como lo revela un estudio de LinkedIn que indica que el 49% de los profesionales consideran la reputación del CEO al decidir unirse a una empresa.
En este proceso, la autenticidad es clave. Ser coherente y transparente en tus acciones y comunicaciones es fundamental. La visibilidad también es crucial; participar en conferencias, escribir artículos y estar activo en redes sociales son formas efectivas de aumentar tu visibilidad y fortalecer tu marca personal.
La innovación y la adaptabilidad son también aspectos esenciales. Estar abiertos a la innovación y ser capaces de adaptarse a los cambios del mercado no solo fortalecerá tu marca personal, sino que también posicionará a tu empresa para el éxito a largo plazo.
Sabemos que la marca personal no es lo que dicen de vos cuando te vas de un lugar, sino lo que saben de vos antes de que llegues. Así que, ¿estás listo para ser el alma de la conversación? Porque en el mundo de hoy, quedarse callado es tan útil como un fax.
Hasta la próxima y gracias por el privilegio de tu tiempo.