Entrevista con Carina Daher Pacuá, presidenta de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay, presidenta y socia fundadora de la Convergencia de Mujeres Empresarias del Mercosur, capítulo Paraguay
miembro titular de la Junta Ejecutiva en la Unión Industrial Paraguaya
Ser mujer es un arte y por lo tanto, como cada pieza única, llevamos un sello característico que apoya y contribuye, sea cual fuere el sector en que nos toque liderar. Al llegar a una empresa o industria se puede percibir el “sello mujer” desde el ingreso a la recepción. El liderazgo femenino es de compromiso, de gestión y compuesto de detalles armónicos que fomentan el confort en el ambiente.
En estos cortos pero intensos 13 años de participación gremial, he visto y he contribuido activamente en cambios que nos han beneficiado a todos como paraguayos. Principalmente en la captación o fomentación de más industrias, de mayor empleo formal y de mejoras burocráticas en las instituciones que regulan y fiscalizan a las industrias maquiladoras.
Nos exigen mayor planificación y proyección para sustentar las decisiones. Como que no confían plenamente en nuestra estrategia o plan. Nos toca demostrar con más argumentos y tecnicismos por qué tal o cual cosa podría dar mejor resultado que cuando un hombre presenta una idea y la mayoría asiente sin mayor cuestionamiento. De todos modos, otras experiencias y resultados conseguidos por mujeres líderes están haciendo que cada vez sea menos la resistencia en incorporarnos en el directorio o dirigencia de una empresa.
Llevamos un sello característico que apoya y contribuye sea cual fuere el sector en que nos toque liderar.
Las mujeres siempre estamos un paso adelante que los hombres al ser co-creadoras de vida y eso es indiscutible. Ya ese hecho nos hace tener una intuición más afinada y hasta poder predecir un poco el futuro en muchas cuestiones, especialmente cuando se trata de economía y finanzas. De más está decir que somos mucho más detallistas y meticulosas a la hora de diseñar estrategias o aplicar conocimiento. Nuestro aporte puede ser muy variado y enriquecedor en muchos aspectos y más aún si le sumamos la infalible intuición.
Todavía muy escaso pero muy promisorio. Me emociona ver la cantidad de congresos, seminarios, grupos de mujeres que ahora existen apoyando a otras para que puedan animarse a demostrar su capacidad. Adoro ser parte de esos proyectos y con mi grano de arena contar que sí podemos lograrlo poniendo un esfuerzo extra.