El 2023 ha sido un año crucial para la sostenibilidad. La COP28 impulsó la acción climática y la conciencia social sobre la necesidad de proteger el planeta.
En 2024, podemos esperar medidas más ambiciosas de empresas y gobiernos para abordar los desafíos ambientales y sociales. Se espera un mayor enfoque en la descarbonización, la eficiencia energética, las energías renovables y la economía circular.
La sociedad civil también tendrá un papel importante. Las ONGs y los ciudadanos pueden presionar a empresas y gobiernos para que tomen medidas más ambiciosas y participar en actividades sostenibles en su propia vida diaria.
2024 se perfila como un año crucial para la sostenibilidad. Con la acción concertada de todos, podemos avanzar hacia un futuro más sostenible.
El cambio hacia una economía circular, donde los materiales se reutilizan y reciclan en lugar de desecharse, se acelerará en 2024. Esto será impulsado por una serie de factores, incluyendo:
•Regulaciones más estrictas: Los gobiernos promulgarán leyes que exigen a las empresas que reduzcan el desperdicio y aumenten el uso de materiales reciclados.
•Innovación tecnológica: Se desarrollarán nuevas tecnologías que facilitarán el reciclaje y la reutilización de materiales.
•Demanda de los consumidores: Los consumidores estarán cada vez más exigentes con las empresas que adopten prácticas sostenibles.
La lucha contra el cambio climático seguirá siendo una prioridad en 2024, y las empresas y los gobiernos se centrarán en reducir sus emisiones de carbono. Algunas áreas clave de acción incluirán:
•Inversión en energías renovables: Se invertirá más en energías renovables como la solar y la eólica.
•Electrificación del transporte: Habrá una mayor adopción de vehículos eléctricos e híbridos.
•Eficiencia energética: Las empresas y los gobiernos buscarán formas de reducir su consumo de energía.
La agricultura sostenible será cada vez más importante en 2024, ya que la población mundial continúa creciendo y la demanda de alimentos aumenta. Las tendencias clave en esta área incluirán:
•Precisión en la agricultura: Se utilizarán tecnologías como la agricultura de precisión para optimizar el uso de recursos y reducir el impacto ambiental.
•Agricultura urbana: La agricultura urbana se volverá más popular, ya que ofrece una forma de producir alimentos frescos localmente.
•Reducción del desperdicio de alimentos: Se implementarán medidas para reducir el desperdicio de alimentos, que se estima que es de alrededor de un tercio de la producción mundial.
Las empresas estarán bajo una mayor presión para ser transparentes sobre sus prácticas de sostenibilidad y rendir cuentas por su impacto ambiental y social. Esto será impulsado por:
•Demanda de los consumidores: Los consumidores estarán cada vez más exigentes con las empresas que sean transparentes sobre su impacto social y ambiental.
•Regulaciones más estrictas: Los gobiernos promulgarán leyes que exigen a las empresas que divulguen más información sobre sus prácticas de sostenibilidad.
•Tecnología blockchain: La tecnología blockchain se utilizará para rastrear el origen de los productos y garantizar que se produzcan de manera sostenible.
Por todo lo anterior, no exageramos si decimos que el 2024 será un año crucial para la sostenibilidad. Las empresas y los gobiernos deberán tomar medidas más ambiciosas para abordar los desafíos ambientales y sociales.
Estas cuatro tendencias ofrecen una hoja de ruta para un futuro más sostenible. Pero, además hay otras áreas que vale la pena mencionar, el reciclaje de residuos electrónicos se convertirá en un tema cada vez más importante, ya que la cantidad de desechos electrónicos continúa creciendo; las redes digitales de suministro se utilizarán para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de las cadenas de suministro y las empresas adoptarán un enfoque integral para la sostenibilidad de la cadena de suministro, que abarcará desde la producción hasta la distribución.
En conjunto, estas oportunidades indican que la sostenibilidad se está convirtiendo en una parte cada vez más importante del panorama empresarial.
Sin miedo al error, podríamos afirmar que las empresas que no tomen medidas para ser más sostenibles se arriesgan a quedarse atrás.
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