Entrevista a Alejandro Loza, director de Grupo Barcelona, publicada en el Libro 40 líderes del sector inmobiliario
Paraguay sigue siendo un país donde aún habrá un recorrido importante en el desarrollo inmobiliario. Desde 2010 hasta ahora, la demanda de viviendas ha crecido considerablemente. En los últimos años, ha habido un importante auge en la construcción de edificios, especialmente en Asunción y, en menor medida, en Encarnación y Ciudad del Este.
Esta demanda ha implicado que muchos oferentes, tanto nacionales como extranjeros, vean el desarrollo inmobiliario como una importante oportunidad. La demanda -y la oferta- estaba destinada fundamentalmente al segmento medio-alto, que buscaba un valor refugio donde invertir su dinero, habida cuenta de la seguridad que implica esta inversión a largo plazo y la ausencia de otros productos de inversión interesantes y fiables.
Con el tiempo, ha empezado a haber más demanda de primera vivienda e inversores que buscan un producto más económico en el cual invertir.
La facilidad para acceder al crédito en este caso ha ayudado a que este segmento sea muy importante. Por otro lado, para los inversores del segmento medio-alto, hoy en día hay más vehículos de inversión, por lo que su decisión está dividida entre inmuebles y otros.
En definitiva, el desarrollo inmobiliario ha crecido para dar respuesta a la demanda en sectores tradicionales y en nuevos sectores, buscando mayores oportunidades. Lo ideal sería que cada segmento pudiera acceder a la vivienda, teniendo acceso a crédito en buenas condiciones, por lo que la labor de la Agencia Financiera de Desarrollo es fundamental en este aspecto.
Sin lugar a duda, los factores mencionados inciden mucho en la toma de decisiones del cliente. Al haber más demanda, el cliente quiere ver más proyectos, lo que hace que los intermediarios deban analizar muy bien cuáles son los productos que encajan con las necesidades y posibilidades de los clientes.
Al haber más cantidad de proyectos, la decisión de compra se complica mucho más, ya que el cliente siempre busca estar seguro de su decisión. Cuando había menos proyectos, la decisión de compra era más sencilla, por lo que el trabajo del intermediario también era menos determinante.
Es sabido que la oferta para el segmento medio-alto es la más preponderante en el mercado. Se sigue construyendo y la absorción es más lenta que hace algunos años.
A la par, han surgido una cantidad importante de proyectos destinados a primera vivienda, lo que ha implicado que un sector de la población que no podía permitirse la compra de una vivienda ahora sí lo pueda hacer. Y ha sido gracias a las políticas de la Agencia Financiera de Desarrollo. Con eso se demuestra que una buena política de incentivo al acceso a la vivienda es fundamental.
El Gobierno debe trabajar más en este aspecto facilitando el acceso al crédito de todos los segmentos de la población. En los últimos 15 años ha habido saltos importantes en algunos aspectos, pero aún hay desafíos importantes en otros. Hay más proveedores y productos, pero la profesionalización de la mano de obra es un claro desafío.
Las instituciones públicas deben dar un paso adelante. Las municipalidades, el Servicio Nacional de Catastro y el Registro Público deben modernizarse y agilizar los trámites. No puede ser que los trámites en estas instituciones demoren más tiempo que la construcción del emprendimiento.
Paraguay sigue siendo un país donde aún habrá un recorrido importante en el desarrollo inmobiliario, por lo que seguirá habiendo inversores. Es un país con unas condiciones estables, si se compara con otros países de la región, un país con población joven que demandará vivienda, por lo que el sector seguirá creciendo.