En el primer trimestre del presente año, el Índice de Confianza Vistage Paraguay mostró una mejora interanual, que se produjo a pesar de que en el contexto global las tensiones financieras agregaron incertidumbre acerca de la evolución de la recuperación mundial.
El resultado interanual positivo del Índice se debería a que el clima más favorable estaría posibilitando la recuperación productiva local y con ella una mejora interanual de la actividad, que contribuyó a que la percepción de la situación por parte de los líderes empresariales mejorase y se sumase al sostenimiento de las expectativas.
Parte importante de los CEOs espera un aumento de su facturación, rentabilidad y gastos de inversión, aunque la visión neutral a pesimista se incrementó en dichos indicadores, mientras que el indicador del empleo disminuyó, dado que sería una de las principales variables de ajuste ante el aumento de los costos.
En cuanto a los factores que incidirían en las ventas, se destacan las elecciones y definición de políticas, el contexto económico y la inflación. Estos factores podrían condicionar el resultado de los negocios. No obstante, las empresas consideran que las estrategias propias, como la de comercialización y marketing, serían factores determinantes de las ventas.
Si bien se realizaron los ajustes de las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos (EE.UU.), China y la Zona Euro y se mantuvieron las proyecciones de crecimiento de los principales países latinoamericanos, las tensiones financieras internacionales aumentaron la incertidumbre a nivel internacional, lo que no evitaría que los ajustes de tasas de referencia continúen en el intento por controlar la inflación, lo que podría limitar la recuperación mundial.
Si bien lo último podría traducirse en una menor demanda externa, en Paraguay, el clima favorable posibilitó desempeños interanuales positivos de la agricultura, la generación de energía eléctrica y la ganadería, con lo que la actividad presentó una mejora interanual.
En ese sentido, a las expectativas positivas se sumó una mejor percepción de la situación económica que contribuyó a que el Índice de confianza empresarial Vistage Paraguay se ubique en el primer trimestre del 2023 en 117 puntos, superando en 15,1% su nivel del mismo trimestre del año anterior, aunque cayó 3,3% con respecto al trimestre cerrado en diciembre.
Los crecimientos interanuales de 43,6% del indicador de la situación y de 40,3% del indicador de expectativas posibilitaron el buen desempeño interanual del Índice de Confianza Vistage.
Así también, los componentes de inversión, facturación y rentabilidad presentaron desempeños positivos, mientras que el indicador del empleo presentó una caída interanual.
Cabe mencionar que, comparando el primer trimestre del 2023 con el último trimestre del año pasado, todos los componentes, con excepción de la situación económica, presentaron caídas, lo que podría estar señalando los ajustes realizados tras la temporada de fiestas.
Con el aporte de la mejor zafra agrícola a la actividad, en el primer trimestre del año el 38% de los empresarios contactados percibió una mejora en la economía paraguaya con respecto al primer trimestre del 2022.
Esta proporción es 7 puntos porcentuales superior a la del mismo trimestre del año pasado, aunque se redujo en 2 puntos porcentuales con respecto al cierre del 2022.
Esto último habría sido compensado por el aumento de aquellos que tienen una percepción neutra de la economía que representaron el 44% del total, superando en 5 puntos porcentuales al registro del trimestre previo y en 23 puntos porcentuales a lo registrado en el mismo trimestre del año anterior
Por otro lado, la proporción de CEOs con percepción pesimista disminuyó de 21% a 18%. De esta manera, este grupo de empresarios permanece en un nivel similar, lo que podría deberse a que la permanencia de la inflación por encima del rango meta genera incertidumbre en el contexto económico.
Considerando que la encuesta corresponde el trimestre previo a las elecciones generales, entre los factores que mayor incidencia tendrían sobre las ventas los resultados de dichas elecciones así como la definición de las políticas del nuevo Gobierno se ubican como el factor con el 17% del total de respuestas.
El segundo factor más citado es el contexto económico con el 10% de las respuestas, dadas las expectativas de una mejor actividad local que se inserta en un contexto internacional con incentidumbre.
La inflación es el tercer factor más citado, con el 9% de las respuestas, lo que se debería a que esta afecta tanto la estructura de costos, los precios y limita la demanda potencial, entre otros.
Posteriormente se encuentra las estrategias propias de la empresa, la de comercialización y marketing, que podría entre otros posibilitar el posicionamiento de los productos, y las estrategias internas, como la de desarrollo de nuevos productos, la identificación de nuevos clientes, la mejora de la eficiencia, entre otros. De las respuestas de los empresarios, estos factores obtienen el 7% y 6%, respectivamente.
Le siguen en importancia las condiciones de la competencia, la incorporacion de tecnologías e innovación y las inversiones. La inclusión de estos dos ultimos citados se debería a la importancia de hacer frente a los mayores costos con tecnologías que agilicen procesos y la de la inversión para consolidar la recuperación.
La proporción de empresarios que tienen una visión optimista fue de 61%, presentado así una reducción de 1 punto porcentual comparada con la del cuarto trimestre del 2022 y subiendo 30 puntos porcentuales interanualmente. Esto último se debería a que la mejora productiva agrícola supone la reactivación de su cadena y por tanto la expectativa de un dinamismo relativamente mayor.
Dicha expectativa habría conducido a que el 88% de los CEOs espere que su facturación aumente en los próximos doce meses, aunque a este incremento también estaría contribuyendo la suba de los costos que sería trasladada a los precios.
El grupo de líderes empresariales que respondieron que esperan que la economía esté peor representó el 3% del total y el de aquellos que creen que permanecerá igual se ubicó en 36%.
De esta manera, la visión neutral a pesimista, que significa el 39% del total, se contrajo 30 puntos porcentuales en forma interanual.
No obstante, dicha la proporción de empresarios se incrementó levemente comparada con el trimestre previo, a lo que habría contribuido la incertidumbre acerca de la evolución del desempeño mundial dada la persistencia de los factores de riesgo como la indefinición de la guerra ruso-ucraniana, la inflación y el encarecimiento del financiamiento por ajustes de tasas referenciales que limitaría la inversión y el consumo, en especial en los países en desarrollo.
Así también, la cautela ante los resultados de las elecciones nacionales habría contribuido al incremento trimestral de este grupo de líderes.
Cada trimestre, a los líderes empresarios se les solicita que respondan el mismo conjunto de seis preguntas sobre la economía general.
El avance positivo de la cosecha agrícola, que contribuye a la reactivación de los sectores conexos, habría conducido a que la percepción sobre la situación económica en el primer trimestre del corriente año mejorase y se sumase a las expectativas favorables posicionando al Índice Vistage en 117 puntos, un nivel 15% superior al del mismo trimestre del año pasado.
No obstante, dicho nivel es 3% menor al del trimestre previo, lo que en parte reflejaría la estacionalidad.
El análisis por componentes muestra que la proporción de los empresarios con expectativas positivas sobre la situación económica en los próximos 12 meses se mantuvo levemente por encima del 60%, mejorando con respecto al año previo. El grupo que espera que la economía permanezca igual o empeore (39%) se redujo interanualmente, aunque se incrementó trimestralmente en lo que podría haber incidido la incertidumbre internacional y la cautela ante las elecciones.
Por su parte, los componentes de gastos de inversión, facturación y rentabilidad presentaron mejoras interanuales, siendo de esta manera el empleo el único componente con resultado negativo.
En ese sentido, 50% de los empresarios reportó que incrementaría sus gastos de inversión fija, lo que significa una leve mejora con respecto a la de un año atrás, mientras que el otro 50% no variaría sus gastos de inversión o los reduciría. Esto se debería también a que estarían esperando a que el nivel de incertidumbre internacional se reduzca y se definan las políticas del próximo Gobierno.
Por otro lado, la proporción que espera aumentar su facturación alcanzó 76%, lo que, en línea con la expectativa de una mayor actividad, así como también con el ajuste al alza de los precios que realizarían en un contexto de elevada inflación.
Pese al incremento esperado de la facturación, la rentabilidad es el componente que menor mejora presentó, lo que podría deberse a que los costos también estarían aumentando y no podrían ser trasladados en su totalidad a los clientes, lo que limitaría los beneficios.
Así, el 71% de los empresarios esperan una mejora de su rentabilidad, también esperan que sus precios suban, mientras que el 50% espera reducir el número de sus colaboradores, una de las variables de ajuste de costos más citada.
Entre los factores que afectarían las ventas, los resultados de las elecciones y las políticas que se implementarían ocupan el primer lugar, seguidos del contexto económico y la inflación.
Así también factores internos como las estrategias de comercialización y marketing también serían consideradas para mejorar las ventas.
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