La transformación digital implica más que la adquisición de la última tecnología disponible. Es necesario contar con los procesos correctos y colaboradores capacitados para administrar todos estos elementos, para realizar mejores negocios.
El Grupo OLAM lo ha entendido y ha convertido esto en la base de sus operaciones, lo que les permitió ser reconocidos en múltiples oportunidades como partner del año por Microsoft.
Con la formación de las personas, la gestión de procesos y el desarrollo de la tecnología “lograremos empresas mucho más competitivas, con mejor capacidad y muy buenos resultados”, afirma el CEO del Grupo OLAM, Ariel Deligdisch.
En esta nota, Deligdisch explica de qué manera el grupo empresarial OLAM responde a estos pilares estratégicos para apostar al desafío del crecimiento continuo.
El Grupo OLAM recientemente fue reconocido por Microsoft como partner del año, ¿podría hablarnos de esto?
Anualmente, Microsoft realiza un encuentro de partners a nivel mundial. Por la pandemia, el año pasado y este se celebraron de manera virtual y no presencial. En esa oportunidad, la compañía hace un reconocimiento a los mejores partners de cada país, de la región y de cada industria a nivel mundial.
Como partners en Paraguay, ya fuimos galardonados por 8a vez, y fuimos destacados por segunda vez a nivel Latinoamérica y el Caribe.
Cada empresa debe presentar un trabajo que considere como caso de éxito. Microsoft determina si ese proyecto sobresale a nivel país, regional o mundial. Ya hemos escalado al nivel regional, y nuestra siguiente meta es presentar una solución de éxito a nivel mundial.
En esta oportunidad, ¿cuál fue el caso de éxito presentado?
Presentamos el caso del Grupo Luminotecnia. Ellos implementaron un sistema de tableros de control y de gestión de los indicadores que precisan (como ventas, stock, niveles de descunto por compra, etc.) para tener información de estos en forma instantánea y en línea.
De esta manera, no deben esperar a un reporte a final del mes para tomar decisiones sobre algo que ya ocurrió. Ahora, pueden tomarlas a partir de lo que está ocurriendo. Microsoft consideró esto como algo muy interesante e innovador.
Como mencionó, el Grupo OLAM lleva ya varios años sobresaliendo a nivel país y por segundo año consecutivo a nivel regional. ¿Cuáles son sus ejes estratégicos que les han permitido posicionarse y consolidarse en su puesto?
Nuestros clientes son, definitivamente, uno de nuestros ejes estratégicos. Y me refiero tanto al cliente externo como interno.
Desde el inicio, hace más de 25 años, entendimos que agregando valor al cliente externo saldríamos adelante. Para eso, trabajamos por convertirnos en sus socios de negocios en el área de tecnología.
En cuanto al cliente interno: nos enorgullecemos de ser una empresa que invierte y forma a su gente. Creo que tenemos el ratio más alto de personal certificado con exámenes internacionales, la formación no solo apunta a lo técnico sino que damos mucho énfasis a las habilidades blandas de gestión de tiempo, proyectos y sobre todo liderazgo, y lograr esto ha sido un desafío, nuestro objetivo no queda solo en formar buenos consultores sino que apunta a generar líderes.
Creo que preparar a nuestra gente para que pueda brindar el mejor servicio posible es un pilar vital.
¿Y en qué otros pilares se basan para apostar a la transformación digital?
Tenemos muy claro que dentro de la transformación digital hay tres pilares: gente, procesos y tecnología. No en balde menciono a la tecnología en el último escalón; sin gente capacitada no hay procesos definidos, y sin procesos, la tecnología no hará magia.
En Paraguay tenemos muchos desafíos en cuanto a la digitalización de las empresas.
Pero esto no significa comprar computadoras de última generación, sino trabajar en la capacitación de las personas y en los procesos.
Y confiar en esos procesos, porque, si existen procesos, pero estos no se respetan… eso no tiene sentido. En cambio, si lo hacemos, lograremos empresas mucho más competitivas, con mejor capacidad y muy buenos resultados.
¿Cómo enfocar la innovación para realizar mejores negocios?
Muchas veces, vemos empresas que hablan de innovación; quieren hacer algo diferente, pero tienen miedo a equivocarse. Innovar tiene que ver con no tener miedo al error, no se puede hacer algo disruptivo sin equivocarse antes.
Una de las cosas que incentivamos en nuestro equipo es no tener miedo al error. El error es nuestro amigo porque nos permite aprender. Cuando las cosas no salen tan bien, uno investiga y presta más atención al aprendizaje. Esto es un punto clave.
En segundo lugar, hay que estar pendientes de todo, para entender qué precisa el cliente externo y descubrir de qué manera integrar a la cartera de productos o servicios nuevas soluciones que respondan a las necesidades de cada momento.
¿Cuáles cree que son oportunidades en el mercado que se convierten en nichos a explorar?
Hay varios nichos como inteligencia artificial, internet de las cosas, etc. Pero para llegar a eso, aún hay muchísimo para explorar y madurar en las empresas. Para utilizar de manera óptima la tecnología se requieren procesos, y para crear procesos hay que tener gente capacitada.
Ahora, una oportunidad que se exacerbó con la pandemia es el CRM; cómo las empresas gestionan la relación con sus clientes. Vimos, al comienzo de las cuarentenas, cómo muchas personas se quejaban por falta de soporte de parte de las empresas. Y esto ocurría porque las mismas no tenían una plataforma desde la cual dar seguimiento a clientes acostumbrados a la omnicanalidad.
Por omnicanalidad, nos referimos a una conversación que comienza en un canal, se muda a otra y finaliza en una distinta. Por ejemplo, el cliente ve un producto que le interesa en Instagram, pregunta por este en Whatsapp y recibe una cotización por e-mail. Para que esto funcione, todo tiene que estar bien integrado y sincronizado.
Anteriormente, las empresas estaban acostumbradas a la multicanalidad. Abrían múltiples canales, pero conversaban por uno definido; iniciaban y terminaban la conversación en un medio.
Entonces, el CRM es una tecnología que hoy debería explotarse, que a su vez engloba otra cantidad de productos y servicios como insumos.
¿Cuáles son próximos desafíos que el Grupo OLAM observa o a los cuales está respondiendo?
El desafío es crecer, tanto en RR.HH. como en infraestructura. Estamos en un momento muy interesante. Para nosotros fue un hito muy importante el que la pandemia nos haya abierto nuevos mercados y exportar servicios a la región.
Esto nos impulsa a tener más gente y formarla más rápido. La necesidad está, y nosotros tenemos la capacidad de satisfacerla.
Si bien la pandemia trajo cosas muy negativas, también generó desafíos que aceleró la madurez tecnológica de las empresas. Madurez en la gestión de la información, en potenciar a la gente, administrar procesos.
Inclusive, muchas empresas no contaban con procesos, y hoy los tienen. O se manejaban con papeles y comenzaron a implementar la digitalización. Esto trae una gran ventaja: al tener procesos digitales se puede medir mejor cuánto dura una tarea en un estadio, dónde hay cuellos de botella, quién no está cumpliendo su función, etc.
¿Algún mensaje final que quiera dejarnos?
Creo que estamos en un momento único, y el desafío es seguir creciendo. Es una situación bastante interesante para las empresas, y la madurez que adquieran les permitirá brindar más y mejores servicios.
Con la apertura digital y la democratización de la tecnología, podemos brindar servicios a cualquier parte del mundo. En Paraguay somos tan buenos como cualquier otro proveedor de servicios del exterior, tenemos la capacidad de ofrecer lo nuestro afuera.