El especialista tecnólogo de alimentos tiene un papel fundamental al acompañar a las empresas a operar de manera eficiente. Bernardita Gómez, directora de Menta, nos explica cómo su consultora se convierte en un aliado singular que brinda un abanico de servicios para ayudar a sus clientes a generar mejores negocios, de manera formal.
“La carrera de Tecnología de Alimentos tiene muchas aristas. Es muy amplia, pero uno de los conocimientos principales con que cuenta un profesional es el de poder guiar a las empresas en los procesos de formalización”, afirma la directora de la consultora Menta y licenciada en Tecnología de Alimentos.
El contrabando es un flagelo que afecta a numerosas empresas de alimentos y bebidas. ¿Qué relación tiene la asesoría de un tecnólogo en el proceso de formalización de los negocios?
Su formación profesional le permite asesorar en buenas prácticas o ayudar a las empresas gestionando y manteniendo actualizados sus registros sanitarios – requerimiento legal para operar en nuestro país – otorgados por el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) del MSPyBS; los principales son el registro de establecimiento o RE y el registro sanitario para productos alimenticios (RSPA).
Esta formalización permite a las empresas operar en establecimientos aptos para la elaboración, fraccionamiento, almacenamientos, distribución, transporte y comercialización de los alimentos y bebidas. Con la presencia de un tecnólogo de alimentos, se garantiza el cumplimiento de los requerimientos vinculados con las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y otros sistemas de gestión de la calidad e inocuidad de los alimentos.
El cumplimiento de las BPM permite y obliga a que las empresas adquieran insumos con registros sanitarios otorgados por la autoridad sanitaria local competente de acuerdo al insumo. Por ejemplo, agentes desinfectantes, detergentes, otros químicos utilizados, y materias primas o ingredientes ya sean nacionales o importados deben contar con registros vigentes.
El sistema está diseñado para que toda la cadena de producción trabaje formalmente, con inocuidad y seguridad. Y los tecnólogos se tornan celadores del ese proceso.
Es importante señalar que no se pueden importar alimentos o bebidas que no cuenten con el RSPA, puesto que, al momento del despacho, se ingresa desde aduana una solicitud al INAN. Este ente la autoriza al verificar que los productos cuentan con registros vigentes, para finalmente ser liberados.
Todo esto contribuye a que las empresas trabajen de manera formal en cada eslabón de producción o importación de alimentos y bebidas. De esta manera, se crea una barrera que impide que las empresas adquieran productos o servicios sin registros o habilitaciones o compra de productos o servicios sin factura.
¿Cómo, desde vuestra experiencia, pueden brindar una asesoría integral a las empresas?
Menta tiene 7 años el mercado. Somos una consultora de profesionales en las áreas de Tecnología de Alimentos y Nutrición, que se encarga de todo lo necesario para que las empresas se formalicen ante el MSPyBS y para que un alimento o bebida que esté ocupando espacios en góndolas de puntos de venta cuente con todos los registros sanitarios requeridos, en cumplimiento con el Código Sanitario.
Hacemos planes de comunicación de productos que quieren llegar a profesionales que trabajan en categorías tales como: Food and beverage, Personal Care, Home Care and Service, Food Care and Service; A través de nuestros servicios hacemos que nuestros clientes lleguen a los consumidores sumándoles calidad de vida y logren que se sientan vitales, se vean bien, y vivan en ambientes higiénicos, desinfectados y confortables.
También hay cierta confusión sobre los permisos y registros de establecimiento que necesita un negocio. ¿Cuál es la diferencia que deben tener en cuenta quienes montan una empresa del rubro alimentos?
Muchas veces nos encontramos con clientes que invirtieron muchísimo dinero en la construcción del establecimiento, infraestructura, en la marca, y hasta en los uniformes de los operarios, y llegan a Menta preocupados porque recibieron alguna visita de las autoridades sanitarias encargadas de velar por la inocuidad de los alimentos y la salud de los consumidores, con procesos sumariales o ya con sanciones, muchas veces elevadas. Entonces, se dan cuenta de que no cuentan con todos los registros.
La profesión nos da las herramientas y conocimiento para llevar a cabo diagnósticos y establecer planes de acción apropiados y adecuar las instalaciones, infraestructura, layout y procesos de acuerdo a las BPM y exigencias de las normativas vigentes. Ocurre que en muchas ocasiones se deben romper paredes, cambiar uniformes, implementar procesos más seguros y controlados, reemplazar proveedores de materias primas e insumos que cumplan con los requerimientos.
Por ello, tomar estas medidas desde el inicio puede evitar estos costos y retrasos; si desde el inicio del plan de negocios, la elaboración de los planos, la locación del establecimiento, ya se involucra al tecnólogo de alimentos, de tal manera a que en la inversión ya estén contemplados todos los costos necesarios para operar de manera formal, comercializando productos alimenticios inocuos.
A lo largo de estos años hemos encontrado empresas del rubro, que contaban solamente con la licencia comercial y la patente comercial, creyendo que era todo lo necesario para operar y muchas veces por estar mal asesorados o por desconocimiento, caen en imprevistos y gastos gigantes que desestabiliza las finanzas de las empresas.
Por tanto, es necesario contar con Registro de establecimiento (RE) para establecimientos que elaboran, fraccionan, importan, exportan y distribuyen alimentos y bebidas; y registro sanitario para productos alimenticios (RSPA) en caso de comercializar alimentos envasados en puntos de ventas. Y, por supuesto, contar con un director técnico que puede ser tecnólogo de alimentos, Ing, de alimentos, Ing, Químico o Químico Industrial.
Cabe resaltar que el director técnico no solo es el encargado de realizar las gestiones necesarias para la obtención de los registros, sino que además es corresponsable junto con el propietario, director o apoderado de la empresa ante el MSPyBS. Así lo establece el Código Sanitario, Ley 836/1980 en el artículo 165 y reglamentado en el decreto 7634/2017.
Es importante que las empresas entiendan si los productos que quieren importar pueden ser vendibles y bajo qué normativas. ¿Cómo Menta acompaña la experiencia de estas empresas y su compliance?
El tecnólogo de alimentos no es un apéndice de la empresa, es parte de la empresa. Debe acompañar los planes de producción, importación y comercialización de productos alimenticios y bebidas, puesto que los mismos deben tener en su composición química y nutricional, ingredientes, aditivos y coadyuvantes de tecnología contemplados en las normativas vigentes como directrices del CODEX, normativas Mercosur, resoluciones locales, entre otras.
Puede ocurrir que una empresa importadora esté avanzada en negociaciones con un producto de la Unión Europea o Estados Unidos, pero uno de los aditivos utilizados en la fórmula de los productos no esté autorizado. Por esto es importante que el director técnico cuente con una importante formación en asuntos regulatorios, que les permita a las empresas cumplir con todas las cuestiones legales para operar.
En la consultora, nos involucramos en los planes de innovación y desarrollo de las empresas para asegurarles que los productos se van a poder registrar y comercializar. Y, a su vez, que los planes de venta, marketing y lanzamientos se puedan realizar en tiempo y forma, y sean viables.
Cuando vemos en las góndolas de supermercados los cientos de productos que pasan por MENTA, no solo vemos un packaging con la etiqueta adecuada a las normativas y resoluciones locales, sino todo el análisis técnico que hay detrás de cada producto para que pueda haber sido puesto a la venta.
Y, por supuesto, el esfuerzo de nuestros clientes que invierten muchos recursos para lograrlo. Sobre todo, en este momento de pandemia, donde la situación económica es crítica y los registros deben obtenerse de forma rápida. En este sentido el INAN cuenta con un sistema de gestión digital para registros, SIGRA que permite obtener registros a corto plazo, transparentando todos los procesos.
Aparte de la asesoría en lo relativo a los registros y habilitación necesaria para las empresas, ¿qué buenas prácticas son necesarias y deben tener estas en cuenta?
Contamos con un equipo técnico interno y profesionales externos o partners que trabajan fuertemente en realizar auditorías periódicas, de tal manera a controlar, supervisar, implementar y mantener las BPM, BPA, HACCP, y cualquier otro sistema de seguridad alimentaria. Para ello, la capacitación permanente del equipo y a operarios, gerentes y dueños de empresas es fundamental, y es nuestro fuerte.
Además, Menta se encarga de facilitar la comunicación de los productos, tanto para el consumidor como para los profesionales de la salud, y otros profesionales específicos. ¿Con qué objetivos y de qué manera lo realizan?
En esta área cuento con una amiga y socia, Natalia Stipanovich, nutricionista, quien lidera los planes de comunicación de las empresas al target especifico según el tipo de producto, y contemplando la plataforma de comunicación establecida en el plan de marketing de las empresas.
El objetivo es acercar información técnica, científica, nutricional al profesional del target definido, de tal manera a comunicar los beneficios del producto y su impacto positivo en la calidad de vida de los consumidores, mejorando su salud, su higiene, su vida, dándoles a las profesionales herramientas que le sirvan para el día a día, logrando así la recomendación, fidelización y vínculo con las marcas y las empresas.
Trabajamos muy de cerca con los departamentos de marketing, de comunicación y hasta de recursos humanos de acuerdo al tipo de plan, e implementamos luego de la aprobación de la estrategia presentada. Cada plan se ajusta a las necesidades y presupuesto de cada empresa. Contamos con un equipo de colaboradores que se convierten en embajadores de las marcas y los productos.
El mundo está cambiando, no solo el de los alimentos y bebidas, con opciones ajustadas a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con bajo contenido en calorías, sodio, grasas saturadas y azúcares, sin gluten, sin lactosa, etc., y donde el papel del tecnólogo de alimentos y nutricionistas es fundamental, sino también el mundo del home care y personal care, ofreciendo fórmulas con tecnologías nuevas y sustentables, convirtiendo a las empresas en empresas con negocios sustentables que ofrecen productos que mejoran la calidad de vida de las personas y contribuyen con el cuidado del planeta.
Ud. también se encuentra trabajando en estos objetivos desde un colectivo gremial, ¿es así? ¿Podría hablarnos más de esto?
Así es, soy vocera técnica de la Cámara de Alimentos y Bebidas de Paraguay (CABE), donde trabajo muy de cerca con empresas con las cuales en primer lugar comparto valores y principios.
Si bien es una cámara compuesta por empresas, me toca trabajar con personas con alta calidad humana. En equipo trabajamos para promover el desarrollo de la industria de alimentos y bebidas en el país, la economía de mercado, garantizando la seguridad alimentaria, la información al consumidor y el bienestar de las personas.
Impulsamos el desarrollo sustentable y crecimiento de la industria de alimentos y bebidas con prácticas efectivas de la ética demostrada especialmente en el cumplimiento de las leyes sanitarias, fiscales, laborales, medioambientales y de competencia.
Trabajar en CABE me abrió muchas puertas a nivel nacional e internacional y sumó a mi formación técnica, una visión más comercial y de negocio sustentable, lo que me permite interactuar en varios foros y mesas técnicas de alto nivel, donde encontré grandes maestros y amigos.
Un tecnólogo de alimentos es un buen aliado para construir un plan de negocios en el rubro de alimentos y bebidas
¿Qué mensaje final querría dejar o le gustaría compartir con las empresas que leen esta nota?
Estoy segura de que muchos de nuestros clientes leerán esta nota, por tanto, quiero agradecer la confianza depositada en mi persona y mis colaboradores, que nada sería posible sin ellos. En segundo lugar, decirles a las empresas que la industria de alimentos y bebidas está en constante evolución; un tecnólogo de alimentos es un buen aliado para construir un plan de negocios en el rubro de alimentos y bebidas, ya sea en una empresa o Cámara, un local gastronómico, una importadora, exportadora o una planta industrial.