Alberdin es una empresa familiar dedicada a la producción y comercialización de alimentos frescos, con más de 65 años de presencia en el mercado paraguayo.
Su historia de Alberdin está estrechamente unida a la de la familia Martínez, formada por Don Carlos, su esposa, doña Rosa y sus hijos (Carlos, Marta, Álida y Velia Rosa).
La familia emigró en 1947 con toda su familia a la Argentina, como consecuencia de la inestabilidad política y económica que se vivía en el Paraguay. Durante ese tiempo, Don Carlos trabajó en la ciudad argentina de Concepción del Uruguay durante ocho años en la firma cerealista “Obraje y Hacienda” en su profesión de Contador Público, mientras Doña Rosa estudiaba cocina en sus momentos libres.
En Argentina les iba bien pero, en 1955, vieron que era tiempo de volver. Don Carlos pensó: “Mi señora cocina bien, yo soy organizador y sé vender, ¿por qué no juntar las dos habilidades?”. Así, con el espíritu emprendedor, dinamismo y visión que les caracterizó toda la vida, comenzó a gestarse un sueño.
Poco tiempo después de su retorno, el “Almacén Alberdi” abrió sus puertas. Fue llamado así por la calle donde se encontraba.
En el almacén, aparte de azúcar, aceite y harina se vendían los “pastelitos”. Posteriormente, las milanesitas y después los sándwiches. Doña Rosa cocinaba ricas pastas caseras e invitaba a los vecinos, que la animaron a venderlos en su almacén. Así, las primeras pastas fueron elaboradas en la cocina familiar.
Cuando se vio la preferencia del público por las pastas y los bocaditos, poco a poco fue desapareciendo el almacén, que cerró definitivamente en 1965. Entonces, reapareció como “Pastelería Alberdi”, en el local de la calle “Alberdi esquina Quinta”.
Una nueva etapa se inició en 1969 con la habilitación de la fábrica de pastas “Alberdi”, que contaba con 15 modernas máquinas automáticas proveídas por la empresa argentina “Farina y Cerletti S.A.”.
Luego, en el año 1974 se cambió el nombre de Pastelería Alberdi por el nombre Alberdin. El nuevo nombre, que surge al agregar la N a la palabra Alberdi y prescindiendo de la palabra Pastelería, se crea a los efectos de simplificar y ayudar a reconocer la marca de forma rápida. A partir de ese momento ya no hay dudas ni confusiones, al decir, ver o leer Alberdin.
En 1975, Paraguay experimentó el “boom de Itaipú”, con un aumento significativo de personas que venían a comprar diariamente, y especialmente los domingos. Así, se hizo necesario ampliar la producción y atención al público.
De esta forma, la segunda generación pasó a ayudar en la empresa. Luego, la tercera y, en la actualidad, la cuarta. Los fundadores pensaban que la mejor herencia que podían dejar a sus descendientes era una empresa en movimiento, con solidez y buen nombre. Y así lo hicieron.
En 65 años, cuatro generaciones consecutivas de la misma familia trabajan por conquistar la preferencia de los clientes. Cuenta con más de 200 empleados, con una planta de producción y 5 locales de ventas.
En este momento está dedicado a una organización en donde la estandarización de los productos es el mayor desafío.
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