Gerardo Ramón Ruíz Godoy, socio de PCG Auditores – Consultores, afirma que el contexto actual ha permitido a las empresas a entender que las circunstancias “pueden cambiar de la noche a la mañana”, por lo cual se debe tener especial cautela en el manejo de las finanzas.
En esto, PCG ha ayudado a las empresas brindando asesorías del control administrativo financiero, reestructurar procesos y realizar la reingeniería de negocios. La implementación de estas medidas es fundamental para alcanzar el éxito de los negocios.
¿Cuáles serían, a su parecer, las precauciones que deben tomar las empresas en esta situación?
La pandemia del COVID-19 ha generado cambios obligatorios en la vida de las personas, distanciamiento, énfasis en la higiene y medidas de protección. Las empresas como ámbito de desenvolvimiento de las personas deben tomar todas las medidas para proteger tanto la salud de la gente que trabaja ahí como de sus clientes. Los cambios que estamos experimentando en lo social también afectan en lo laboral y las empresas deben adecuarse y reordenar sus espacios y ambientes, adoptar protocolos sanitarios adecuados, entrenar a los miembros del staff, esto requiere de organización y disciplina si queremos mitigar la propagación del virus en el ámbito laboral, en especial para dar seguridad a nuestros clientes.
¿Y en términos económicos?
A tres meses de la declaración de la emergencia sanitaria en Paraguay, las empresas ya habrán preparado un plan de sostenibilidad. Esto incluye drásticas reducciones de costos, cambios en la forma de hacer las cosas como por ejemplo implementación de home office, pero también un cambio radical en los procesos de comercialización, apostando a la tecnología, las redes sociales u otras alternativas, debido a que se prevé que las medidas de distanciamiento social tendrán carácter permanente, por lo menos a corto plazo; pero sabemos que estos cambios no son aplicables a todas las empresas.
Por suerte el sector primario y las obras públicas no fueron afectados por la pandemia y son los que están sosteniendo bastante bien la economía. Si hablamos de la economía interna, podemos decir que la oferta se estrechó bastante, por las razones que imponen las limitaciones de movimiento social, y se limita a la comercialización de productos y servicios básicos, así que muchos para subsistir están cambiando a rubros que sí tienen chances de venta; pero, aun así, tenemos otro problema, el mercado es mucho menor porque no hay turismo interno ni externo, y el público local está muy golpeado en sus ingresos. Así que estamos en un callejón sin salida, al menos por ahora. Las predicciones más optimistas sostienen que la crisis durará hasta mediados del año 2021.
En este contexto, a la hora de rever los presupuestos económicos y financieros de la empresa, ¿qué criterios deberían primar?
Efectivamente, las empresas que dependen del mercado interno necesitan cambios radicales, implementar procesos low cost y en lo posible operar con costos variables.
Sobre todo, debe evaluar un nuevo plan económico y financiero, reconsiderar las metas, evaluar todos los días el avance de las ventas, mantener controlada la cobranza y la morosidad, reprogramar inversiones y en lo posible reestructurar deudas.
Esto requiere un cambio radical: disminuir al mínimo los metros cuadrados de oficina y renegociar el costo, modificar contratos laborales, disminuir costos administrativos, eliminar intermediarios, etc., todo está muy complicado, pero hay que extremar las medidas y gastar lo mínimo para sobrevivir el tiempo que dure esta crisis.
El gobierno está ayudando como puede tanto a las familias como a las empresas, algo sin precedente en nuestra historia. Hay medidas de contención social y también se siente la solidaridad de los ciudadanos con las familias más necesitadas.
Las medidas económicas proponen alivio financiero para las empresas, por ejemplo, los programas de asistencia crediticia garantizadas con hasta un 80% por el FOGAPI, que posibilita obtener nuevos financiamientos y reestructurar deudas en condiciones más favorables. Otro acierto importante en materia tributaria, el viceministro de Tributación viene dando buenas noticias, autorizando facilidades de pago de los impuestos y otras medidas que han sido reglamentadas y que están dando alivio a las empresas, además de haber anunciado que no se aumentarán los impuestos. Creo que el gobierno se está solidarizando bastante con el sector privado y comprende que tanto sector público y privado son como extremidades que deben crecer y fortalecerse juntos.
Su empresa brinda servicios de consultoría, ¿cómo podrían acompañar a los negocios que quieran ocuparse de estos asuntos?
Nuestro fuerte es precisamente el control administrativo financiero, tenemos mucha experiencia en reestructuración de procesos y reingeniería de negocios. Acompañamos la implementación en nuestros clientes y evaluamos los cambios a los efectos de medir los resultados. Hemos tenido bastante éxito en muchas empresas.
Hemos colaborado principalmente con empresas familiares en implementar “Protocolos de Famillia”, tendientes a desarrollar cambios culturales empresariales que asegura la profesionalización de la gestión empresarial y mitiga el riesgo que tienen este tipo de organizaciones de deteriorarse con los cambios generacionales. En este tiempo hemos asesorado a nuestros clientes en reestructurar sus finanzas y modificar estructuras de costos, a fin de lograr superar el estrés que impone la crisis.
Tanto sector público y privado son como extremidades que deben crecer y fortalecerse juntos.
Respecto a todo esto, ¿qué mensaje querría transmitir a las empresas?
La crisis nos trae grandes aprendizajes. Todos consideramos que, si un año va mal, el año próximo va mejorar o que con hacer leves cambios las cosas estarán mejor, pero esta crisis nos encontró a algunos con compromisos financieros importantes, con grandes inversiones por las que se tomaron deudas o con una estructura de gasto enorme y sin sentido, que, aunque era sostenible, hoy resulta inviable.
Hemos aprendido que las circunstancias pueden cambiar de la noche a la mañana y todo puede acabarse. Entonces, debemos ser muy cautelosos en el manejo de las finanzas, siempre debemos mantener buenos niveles de liquidez, jamás abusar con los gastos y evaluar siempre opciones de cambios en los procesos en las circunstancias para poder adaptarnos rápidamente a los cambios.
¿Algo que quisiera añadir?
A pesar de la situación, creo que el gobierno ha tomado medidas muy acertadamente, hasta ahora se ha mantenido bajo control las cuestiones de salud pública, lo que hace que el tejido social no se haya perjudicado. Lo primordial es la salud y, aunque estamos sufriendo en lo económico, estoy seguro que el empeño y la inventiva del emprendedor y del trabajador paraguayo nos va a llevar a posicionarnos en un derrotero de éxito cuando las circunstancias de salud pública se regularicen.