En este momento las empresas se en- cuentran ante un desafío nuevo. Lo que estas puedan hacer, aún no está del todo claro, teniendo en cuenta que, al ser una situación desconocida, no existen ante- cedentes de estrategias y acciones que hayan demostrado ser efectivas para responder de la mejor manera a esta realidad.
No obstante, hay una verdad que las empresas deberían recordar: no se pue- de ser una buena empresa, sin ser una empresa buena. Es momento de establecer las prioridades y, entre ellas, poner
en primer lugar los derechos humanos y ambientales.
Como dijimos, no hay una guía clara de cómo responder a una pandemia como la que hoy se nos presenta, pero sí existe una hoja de ruta ya planteada años atrás en los Objetivos de Desarrollo Sustentable.
Al refrescar la memoria y traer nueva- mente a la mesa de discusión los ODS, podemos ver que sus propuestas pueden servir para ser mejores empresas y hacer mejores negocios. En concreto, un punto
que puede ser de mucha utilidad, hace referencia a las alianzas estratégicas.
Eso necesitamos hoy, alianzas entre distintos sectores de la sociedad que se preocupen por poner un grano de arena y otro, que se unan los esfuerzos, que cada quien aporte sus recursos o expertise.
Porque saldremos de esta crisis, pero solo lo haremos juntos.