Si hay algo que a Paraguay le sobra es producción de energía, contando con tres pujantes y poderosas represas como Itaipú, Yacyretá y Acaray. No obstante, no vendría mal preguntarnos si esta situación será así para siempre o cuenta con una fecha de vencimiento. Nada dura para toda la vida y la electricidad tampoco, por lo que las energías alternativas o renovables son una buena opción para alejarnos de un oscuro futuro.
El Ing. Eduardo Viedma Paoli es el fundador de la empresa Energía Alternativa S.A., nacida en el año 2006 buscando desarrollar a nivel local un mercado de productos innovadores que tengan que ver con las energías renovables. El señor Viedma comenta acerca de las mejores opciones para Paraguay y cuál es el futuro que nos espera como país productor de electricidad.
¿Qué tipos de energía alternativa son los más viables para el país?
Lo que más se suele comercializar acá en Paraguay es la energía a través de paneles solares y termocalefón solar.
¿Cuánta es la inversión que uno debe hacer para instalar ese tipo de fuente de energía?
Depende, si es para una casa familiar por ejemplo la inversión rondaría los USD 15.000 para tener de 8 a 10 horas de electricidad diariamente a través de los paneles solares. La diferencia con un generador común es muy simple, la energía solar se puede acumular en una batería para usarla a la noche o en caso de cortes sin consumir combustible.
En el caso de un generador común uno necesita cargarle de tanto en tanto combustible, es prácticamente un auto más en la casa, necesita mantenimiento y demás, pero por sobre todo hay que tener en cuenta que emana dióxido de carbono, un contaminante de la atmósfera.
¿Existe algún tipo de legislación que regule el acceso y el uso de las energías alternativas?
No existe ningún tipo de legislación y Paraguay es uno de los pocos países que no cuenta con una en este sentido, ni tampoco un plan de desarrollo para la energía renovable. Independientemente a esto, la energía solar y la solartérmica sobre todo – que son los calefones y paneles- como han bajado tanto de precio ya empiezan a ser competitivos inclusive debido a los impuestos que generan.
¿Qué dificultades podrían darse ante la falta de legislación en el campo de las energías renovables?
La principal es que, al no estar regulado, Paraguay queda excluido en algunas cuestiones que son de nivel mundial, por ejemplo en el caso de los préstamos. Para reforestar nuestro país recibió del BID una cifra importante gracias a que contamos con una ley de reforestación, y con la cuestión de la energía solar es igual, necesitamos la ley para contar con un eventual préstamo, ya que ninguna entidad financiera prestará dinero a una nación que parece no estar interesada en el fin.
Hoy en día este tipo de energías son financiadas por las personas en particular y las empresas, pero sin que intervenga un banco.
¿Sería víable en un futuro el cambio total de nuestras actuales fuentes de energía por otras más renovables?
Lo que nosotros vemos hoy en día es que la sociedad se está dirigiendo hacia la electrificación, todas las actividades van a estar vinculadas a la electricidad dentro de poco, pero nuestro país todavía no asume esto. Tenemos muchísima energía eléctrica pero todavía el 40% de nuestra economía se mueve con leña.
Eso es así porque supuestamente la biomasa sigue siendo muy económica, por lo que tenemos una deforestación a cacharrata para mover la industria nacional. Lo que debemos lograr es que ese gran porcentaje de economía deje la leña y se pase a electricidad, allí necesitaremos más energía, más allá de Itaipú y Yacyretá, por lo que tendremos que encontrar otras fuentes como tener pequeñas represas y usar paneles solares, que hoy ya se está implementando en el Chaco. Yo estimo que gran parte de las estancias en la región Occidental del país está electrificada a través de energía solar.
¿Qué tan arraigado está el conocimiento de la importancia de generar este tipo de energías renovables en paraguay?
No está muy arraigada porque nosotros tenemos la “suerte” de tener exceso de energía eléctrica, pero nuestro problema es que no podemos usar toda la electricidad que producimos y los cortes se dan más por la falta de inversión en la fuente de distribución de la ANDE.
Lo que pasa es que dentro de unos cinco o diez años sí va a empezar a faltar electricidad, vamos a terminar consumiento toda la energía de Itaipú, Yacyretá y Acaray, y ahí serán necesarias las demás fuentes. Si nosotros no tenemos un plan de acción a través de una ley y un incentivo para la inversión privada en energía renovable, podemos llegar a un posible “blackout” o colapso energético.
¿Existe algún proyecto de ley en este sentido?
Sí existe. Yo soy el presidente de la Asociación Paraguaya de Energías Renovables, que ya tiene 15 años e involucra a las empresas que estamos en el rubro y a personas entendidas. Juntos presentamos hace unos años un proyecto de fomento de las energías renovables. Este se aprobó en Diputados y Senadores, pero fue vetado por el Ejecutivo en 2017, todavía con Horacio Cartes, debido a factores como el precio y la capacidad de la ANDE de recibir dicho tipo de energías.
Ahora se está trabajando en un nuevo proyecto de ley que sería básicamente el mismo con alguna que otra modificación. Ya se hizo la audiencia pública y la idea es que este año pueda ya tratarse en el Senado y si es posible en Diputados para que quede a consideración del Ejecutivo.
La ley que se prepara contempla que se cree un fondo para el desarrollo de energías renovables y cuya cifra esté calzada a las necesidades. Este se creará a través de cargas impositivas al combustibe fósil derivado y a los productos eléctricos no eficientes.