El sentido de pertenencia es una necesidad básica humana. Sentir que formamos parte de un grupo de gente, de algo más grande, de una organización que tiene en sí misma un sentido, es una de las cosas que dan, en cierta manera, sentido a nuestra vida. No obstante, este sentido, así como el involucramiento o la responsabilidad personal no siempre se ven en los colaboradores de la empresa. El CEO de XN Partners, Enrique Baliño, nos instruye acerca del papel fundamental que tienen los líderes de equipos para que esto ocurra.
Sobre XN Partners:
XN es una empresa líder en management consulting en Iberoamérica con sede en Uruguay y Paraguay. Su principal objetivo es ayudar a las orga nizaciones a desarrollarse a su máximo potencial a través de programas conformados por capacitaciones, conferencias y conversatorios. Tienen múltiples publicaciones en su blog https:// xnpartners.com/blog/ o libros como “No más pálidas. Cuatro actitudes para el éxito” o “Algo más grande. El poder del equipo para lograr lo imposible”
¿Cómo lograr el máximo potencial de los colaboradores de las empresas?
En XN nos dedicamos a hacer que las organizaciones logren su máximo potencial, y eso implica dos cosas: por un lado, el logro de los resultados de forma sistemática, que generalmente están asociados a la facturación, la rentabilidad, a indicadores más cuantitativos.
Pero las organizaciones, más allá de ser unidades económicas, deben ser consideradas también como unidades de desarrollo social.
Por eso, el segundo punto tiene que ver con lograr que en una empresa la gente vaya contenta a trabajar. Ese es un medio para producir productos y servicios de calidad, generar rentabilidad y encantar a los clientes. No obstante, además de ser un medio, debería ser un fin en sí mismo, porque a fin de cuentas pasamos más tiempo en el trabajo que con nuestras familias o nuestros amigos, por lo que una organización debería ser un lugar al cual valga la pena ir cada mañana.
No digo que nos tengamos que llevar todos amorosamente, pero tenemos que empezar a pensar en el trabajo de una manera distinta, debe ser algo disfrutable, que genere experiencias positivas. Todo esto es tan importante como facturar y generar rentabilidad. A veces, los líderes se olvidan de este factor clave. Pero las organizaciones trabajan con su máximo potencial solo en esas circunstancias.
Si se enfocan en estos aspectos, ¿Qué ocurrirá en las empresas?
Si logramos que las organizaciones funcionen de esta manera, la sociedad toda mejorará, porque tanto los que reciben los productos como los que lo producen se sentirán felices. Si nos ponemos a analizar, nuestra vida transcurre a través de un conjunto de experiencias, todas brindadas por organizaciones de todo tipo. Todos los días experimentamos productos y servicios y su calidad es lo que nos da nuestra calidad de vida. Por eso es fundamental mejorar la calidad de todas las organizaciones de la sociedad.
Las organizaciones, además, deberían generar sentido de pertenencia en sus colaboradores. Algo así como que los empleados mencionen a su empresa prácticamente como si fuera su segundo apellido. Ese sentido de pertenencia es una necesidad humana básica. Todos queremos ser parte de algo más grande.
Pasa que cuando a uno le preguntan qué es lo que hace en su trabajo, y la única respuesta es “yo facturo” la gente pierde el sentido de lo que hace. Un buen líder, lo que debe hacer es agarrar a estas personas y decirles “estás facturando por o para esto”, explicarles el porqué de las cosas que está haciendo en la organización. Los buenos líderes hacen que ese sentido de pertenencia, ocurra.
¿Cómo lograr la formación de un equipo comprometido, considerando la rotación en las empresas?
Existe todo tipo de gente, hay personas que quieren probar otras cosas cambiando de empresas, es muy difícil cuando vos entrás a un lugar que puede ser bárbaro y es tu primer trabajo. Normalmente lo que pasa, es que como no conoces otro, empezás a criticarlo, o como decimos nosotros, uno empieza a decir que el pasto está más verde del otro lado del alambrado.
No obstante, después uno va al otro lado del alambrado y se da cuenta de que, capaz, el pasto no era tan verde como primeramente pensó. Es también un rol del liderazgo y de la estructura de la organización asegurarse de que las personas que están en la empresa se den cuenta de lo que tienen dentro de ella.
Una cosa de la que pueden hacer conscientes a sus colaboradores es el valor de la misma marca para la persona. Hoy hay más rotación en los empleos que hace 30 años, en el pasado el empleo era prácticamente de por vida, pero también es cierto que los jóvenes buscan más lugares que tengan un propósito para sentir que tiene un sentido lo que hacen. Es justamente la función de los líderes generar ese compromiso genuino porque la gente siente que vale la pena pertenecer a ese equipo.
Una cosa de la que pueden hacer conscientes a sus colaboradores es el valor de la misma marca para la persona.
¿Cómo pasar del entusiasmo inicial al compromiso, real y concreto, con la empresa y sus objetivos?
Nosotros tenemos un término bien técnico para eso, que es “capacidad organizacional”. Es la combinación de personas competentes y comprometidas por herramientas y procesos. Si contás con personas capaces, pero no con un método o un sistema, y la persona se va de la organización, perdiste todo el conocimiento que esa persona tenía.
En las organizaciones latinas pasa mucho esto, cuentan con el talento, pero no con el sistema para que esto se transforme en una capacidad de la organización.
O bien, puede ocurrir que uno pueda tener todos los sistemas, procesos y herramientas a disposición, pero las personas en realidad no están comprometidas. Cuando esto ocurre, entonces los sistemas no sirven para nada. Entonces tampoco tenés la capacidad organizacional.
Nosotros tratamos de que los jefes entiendan que existen muchas herramientas para su profesión de jefes. Porque ser jefe es una profesión que deben aprender. La clave aquí es que los jefes entiendan que tienen que hacer una transformación personal: un viaje hacia convertirse en líderes.
Cuando los jefes entienden verdaderamente su rol, utilizan los sistemas como las herramientas para su gestión. Por ejemplo, cuando los jefes utilizan bien el sistema de gestión del desempeño, tienen conversaciones profundas con los miembros de su equipo sobre las metas del período, dan feedback sistemático para ayudar a las personas a que logren sus metas y, finalmente, tienen una reunión de evaluación del desempeño donde pueden reconocer los logros e identificar oportunidades de mejora para el siguiente período.
Los sistemas y las personas, juntas, son las que llevan a la organización a un siguiente nivel, y una de las cosas que hacemos en XN es ayudarlas a que instalen esta capacidad.
Todas las organizaciones son sistemas humanos, no importa qué tipos de empresas sean. Uno de los grandes problemas de los jefes es que muchas veces no se dan cuenta que su labor debe ser desarrollar personas y armar equipos de alto desempeño.