El 13 de mayo del año 2018, una de los máximos representantes en cuanto a la profesión de la auditoría dejó este mundo con un legado invaluable a sus espaldas. Se trata de quien en vida fuera el señor Natalio Rubinsztein, nacido en 1945 en el vecino país de la Argentina, pero habiendo sido un hombre más paraguayo que muchos otros.
Pisó Paraguay por primera vez desde hace ya más 46 años, y desde su llegada comenzó su incomparable carrera como profesional. Se recibió y desempeñó las labores de Contador Público y contaba con un título que lo avalaba como Máster en Gestión de Empresas. Su papel más importante sin duda fue el que desempeñó a través de la consultora BDO.
Se recibió y desempeñó las labores de Contador Público y contaba con un título que lo avalaba como Máster en Gestión de Empresas.
En dicha empresa trabajó más que nada como socio, luego de haberse desenvuelto en la empresa Price Waterhouse por toda una década. A lo largo de su vida profesional realizó importante e invaluables aportes a la profesión de auditoría en Paraguay, y la empresa BDO lamentó bastante su deceso señalando que representaba una pérdida sumamente dura para la firma, así como para toda la profesión en general y los muchos amigos que el señor Natalio hizo en vida.
Además de las labores propias de su profesión, también fue un colaborador importante del diario La Nación, y su lado escritor no se quedó allí, ya que a su vez lanzó dos libros llamados “Modismos Paraguayos I” y “Modismos Paraguayos II”. Estas obras reflejan una manera muy particular de vernos a nosotros, los paraguayos, basada en momentos de memoria de la infancia.
No obstante, otra gran obra que llegó a publicar, ya más cercana a su labor rutinario como especialista tributario, fue el libro “El impuesto a la renta persona”, publicado en 2014 en compañía de José Antonio Lozano.