Con todavía mucho que ofrecer a la siempre competitiva industria automotriz, el señor Antonio Pecci Miltos, quien fuera uno de los principales de la importante firma Automaq, dejó este mundo demasiado temprano, a la corta edad de 56 años. Su legado principal se traduce en el profesionalismo y la seriedad a la hora de dirigir una organización tan pujante.
Como una de las principales cabezas de la empresa responsable de hacer entrar a nuestro país los autos de la firma Peugeot, una de las más reconocidas a nivel mundial, también se destacó por haber sido uno de los herederos directos del fundador de la empresa, el señor Antonio L. Pecci Saavedra.
Junto a su hermano Jorge Pecci, conformó la segunda generación de directivos familiares de Automaq, luego de que el padre de ambos y precursor falleciera en el año 2010. Antonio hijo desarrolló, desde la directiva de Automaq, los valores más importantes que siempre guiaron a su progenitor: visión, trabajo, honestidad y responsabilidad.
Lamentablemente, la vida no le permitió seguir desempeñando su labor con el empeño que siempre lo caracterizó, cuando en 2015, a la temprana edad de 56 años, Antonio Luis Pecci Miltos partió a reunirse con su padre, quien lo había guiado en el mundo empresarial prácticamente desde que era un niño.