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Pensar en grande, comenzar con lo viable

SAP es una empresa que actualmente está innovando en una importante cantidad de frentes diversos, proponiendo que los empleos sean más inteligentes, desarrollando aspectos técnicos a la vez que sustentables, mediante tecnologías exponenciales.

Recientemente, visitó nuestro país Pablo Grasso, representante de SAP para Latinoamérica, para brindar una charla en el PwC’s Digital Innovation sobre la innovación en la cadena de valor agrícola. Para demostrar que “innovar no significa complejizar” y que es posible que las tecnologías estén tanto a favor de la sustentabilidad como de la eficiencia y rentabilidad, presentó el caso de éxito de la asociación de cooperativas argentinas. Las mismas promovieron una agricultura sustentable con el poder de la inteligencia geospacial, proveída por la Cloud Platform de SAP.

El desafío que se presentó fue el de crear una agricultura responsable con el medioambiente, que al mismo tiempo maximizara el margen de ganancia. Era necesario integrar, procesar y consumir imágenes satelitales y en dispositivos de forma sencilla y a bajo costo.

Para lograrlo, se integraron estas imágenes satelitales con drones y datos e información del negocio, algoritmos con recomendaciones, detección de anomalías en la producción, y otros aspectos útiles para el análisis de la producción.

¿El resultado? Aumento de la rentabilidad en más del 30%, reducción del impacto ambiental en más del 40%, facilidad en la integración de múltiples soluciones y fuentes externas, reducción de costos de mantenimiento, mejor calidad de la información, reducción en costos y horas de inspección, mejor frecuencia en la captura de datos, reducción de multas, de papel, estabilidad por parte de la tecnología utilizada, y mucho más.

¿Cuál es su expectativa al compartir los casos de éxito que le tocó presentar?

Los casos presentados me parecieron muy relevantes para la industria en Paraguay. Desde SAP, tenemos muchos casos de innovación, pero el tema del agro es de alto impacto en el país. Además, va acorde al objetivo de innovar con propósito; que no se busque solo la ganancia, sino un impacto positivo en el medioambiente. Por ejemplo, estas innovaciones presentadas tienen un gran impacto en la reducción de riesgos en el trabajo.

¿Cuáles fueron los resultados más relevantes en el impacto en la gestión?

Cualquier solución tecnológica implementada para optimizar procesos y demás, mejora la eficiencia entre un 30 y un 40%. Lo que se ha visto en eficiencia operacional de procesos ronda ese porcentaje. Se puede llegar a mucho más, incluso al 80%, dependiendo del tipo de proceso que se trabaje. Si es uno sumamente manual (y tedioso), se puede automatizar totalmente, entonces el promedio es mucho mayor.

¿Cree que la tecnología que actualmente se utiliza en el agro aún dista de aplicar estas innovaciones?

Creo que subestimamos a la tecnología en el agro, y está bastante tecnificado, a nivel de maquinaria. Proveedores de semillas también ofrecen tecnología a nivel de softwares. También los agroquímicos. Muchas empresas están añadiendo tecnología, software e innovación en lo que venden.

¿Quién sería el encargado de incorporar estas tecnologías?

Acá en Paraguay tenemos redes de partners, como Infocenter, que pueden aplicar estas tecnologías fácilmente. Como SAP también podemos apoyar en el despliegue.

Un temor ante estas innovaciones es la pérdida de empleos, ¿Cuál es su opinión al respecto?

Es un tema que se discute al nivel G20. La verdad es que si hablamos de la industrialización en 1930, los agricultores trabajaban de manera más manual. Hoy en día hay maquinarias que realizan lo que anteriormente realizaba un batallón de gente, pero eso no significa que haya mayor desempleo; las tecnologías generan nuevos empleos.

Hoy por hoy, el tema está en hacer mucho más con lo que hay. Se necesita a las personas para que interpreten la información, y la tecnología permite llegar a lo que ellas no pueden realizar, o a superar tareas tediosas.

En Latinoamérica somos muy creativos, pero tememos al fracaso, a la experimentación.

¿Cuánto tiempo toma la adopción de estas tecnologías?

Lo importante, al trabajar con tecnologías nuevas, exponenciales o emergentes, es comenzar en pequeño. Siempre, en innovación, hay que trabajar con el “mínimo producto viable”; tratar de experimentar. Creo que tenemos que tener una cultura de probar y equivocarnos, y si nos equivocamos, volver a intentar.

Muchas veces queremos hacer cosas muy grandes, de golpe, y eso sí termina en un fracaso que nunca se termina adoptando. El abordaje que hacemos con la tecnología, es “pensar en grande, pero comenzar en pequeño”.

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